¿Derrama en tu edificio? Aprende cuándo puedes negarte a pagar

Las derramas son una contribución extraordinaria que se realiza en un edificio para costear algún gasto que no estaba contemplado en el presupuesto anual.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando consideras que no debes pagar esa derrama? En este artículo te explicaremos en qué situaciones puedes negarte a pagar una derrama.

Índice de contenidos

¿Qué es una derrama?

Antes de explicar en qué situaciones puedes negarte a pagar una derrama, es importante que sepas exactamente qué es.

Una derrama es una aportación económica que se realiza en un edificio a raíz de un gasto extraordinario que no estaba contemplado en el presupuesto anual.

Por ejemplo, si se necesita reparar el ascensor del edificio o se deben hacer obras de mejora en la fachada, se podría convocar una derrama.

¿Cuándo puedo negarme a pagar una derrama?

Existen ciertas situaciones en las que puedes negarte a pagar una derrama. A continuación, te las detallamos:

1. Falta de convocatoria

Para que una derrama sea legal, debe haber una convocatoria previa en la que se especifiquen los detalles de la misma. Si no ha habido convocatoria, puedes negarte a pagar la derrama.

2. Falta de quórum

Otro requisito para que una derrama sea legal es que se haya obtenido el quórum necesario para la aprobación de la misma. Si no se ha alcanzado el quórum, puedes negarte a pagar la derrama.

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3. Falta de justificación

La convocatoria de la derrama debe incluir una justificación clara del gasto extraordinario que se va a realizar. Si consideras que la justificación no es válida, puedes negarte a pagar la derrama.

4. Falta de información

La convocatoria de la derrama debe incluir información detallada sobre el coste de la misma, los plazos de pago y las consecuencias de no pagar. Si no se ha proporcionado esta información, puedes negarte a pagar la derrama.

¿Qué sucede si me niego a pagar una derrama?

Si te niegas a pagar una derrama y esta es legal, el resto de propietarios pueden tomar medidas legales contra ti.

Por ejemplo, pueden iniciar un proceso judicial para obligarte a pagar la derrama. Además, es posible que se te apliquen intereses de demora y recargos por impago.

En conclusión, puedes negarte a pagar una derrama si no se ha convocado adecuadamente, no se ha alcanzado el quórum necesario, la justificación no es válida o no se ha proporcionado información detallada sobre la misma.

Sin embargo, si la derrama es legal y te niegas a pagar, puedes enfrentarte a medidas legales y sanciones económicas. Por lo tanto, es importante que te informes bien antes de tomar una decisión.

Laura Ruíz

Soy una amante de las energías renovables y mi pasión es compartir conocimientos para promover la transición hacia un futuro más sostenible. Comparto información relevante y actualizada sobre las últimas tendencias y tecnologías en energías renovables.

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